El problema de los productos comercializados como alarmas
Por referenciar un ejemplo, desde hace años, existe una peculiar «oferta» de producto de seguridad estandarizado, etiquetado de alarmas, empleando como vendedores a los agentes de algunas entidades bancarias, las cuales el cliente inexperto adquiere o claudica confiando en esa entidad o con el agente comercial que la representa, no siendo ninguno de ellos acreditados en el sector y mucho menos conocedores de lo más esencial en Seguridad como para poder hablar bien del producto, teniendo como único objetivo el de cumplir las directrices impositoras establecidas por su organización, con objetivos únicamente comerciales y ajenos completamente a la Seguridad, ya que el producto y marcas que imponen adquirir representan completamente un despropósito para quien realmente desea tener seguridad.
La ineficacia de las alarmas de rápida instalación
Estos aparatos de rápida instalación y sin cables, comercializados por empresas de seguridad muy necesitadas en hacer ventas, aunque mencionen estar homologados, tienen un altísimo porcentaje de ineficacia y son inadecuados debido a las limitadas prestaciones que ofrecen y a la falta de un proceso de evaluación y diagnóstico de las necesidades efectuado por un asesor cualificado en seguridad. Prueba de ello son la inmensa cantidad de denuncias que reciben, la gran cantidad de noticias de robos aparecidos en prensa ejecutados a los clientes que tenían sus alarmas, la creación de foros de afectados de sus productos….
La falta de profesionalidad en el diseño de seguridad
El concepto en depositar únicamente en los aparatos el nivel de protección obtenido o la idoneidad a las necesidades de seguridad que tengamos, pone en evidencia la ausencia de profesionalidad y rigor necesarios para hacer bien las cosas: el concepto en sí mismo responde a una estrategia comercial para atrapar al cliente y no dejarle ver lo que realmente es la Seguridad. Todos los equipos de seguridad presentan vulnerabilidades que cualquier conocedor podrá aprovechar para inutilizar fácilmente ese tipo de alarmas. Es esencial establecer una estrategia defensiva de seguridad personalizada e implementarla mediante equipos menos vulnerables.
La necesidad de un diagnóstico profesional en seguridad
Ante una necesidad de seguridad, desearemos eficacia y que la inversión realizada tenga alguna garantía de utilidad; en consecuencia, antes de aplicar el tratamiento debe efectuarse el diagnóstico, de forma objetiva, según las necesidades identificadas y con ausencia de la influencia de criterios que no sean los técnicos. Ese tipo de alarmas estándar no ofrecen, ni tampoco las empresas que las comercializan, ninguna garantía respecto a su pretendido cometido.
La evaluación y diseño de un sistema de seguridad competente
Y será tras un diagnóstico riguroso del entorno, determinando vulnerabilidades e identificando potenciales amenazas, cuando el profesional asesor tras establecer una estrategia defensiva convenida con el cliente, propondrá qué tipos, tecnologías y fabricantes de detectores y sistemas son los convenientes para cumplir los objetivos definidos, dónde se instalan, su configuración, los medios de comunicaciones a dotar y los tipos de mantenimiento que convenga efectuar.
En un intento más de aumentar sus ventas confundiendo a los potenciales clientes, las alarmas estándar las comercializan con la etiqueta de ‘seguridad personalizada’. Siguen siendo alarmas estándar por varias causas: carecen de un análisis de seguridad bien efectuado (el personal que lo confecciona tiene perfil comercial, sin la adecuada formación en Seguridad), estas empresas disponen únicamente los productos fabricados para ellas: una muy reducida gama de elementos de seguridad, incompatible con el resto de fabricantes, pretendiendo atender de ‘forma personalizada’ a todo tipo de escenarios de riesgo, perfiles de clientes y actividades… absolutamente un despropósito en Seguridad.
La importancia de invertir en un sistema de seguridad competente
Un Sistema de Seguridad competente podrá ofrecer garantías en el cumplimiento de los objetivos; las alarmas estándar, comercializadas basándose en la publicidad, el desconocimiento de los clientes y potenciadas por campañas de marketing comercial, carentes de los aspectos anteriormente comentados, no ofrecen ninguna garantía en su cometido por presentar enormes vulnerabilidades ante las técnicas de engaño ampliamente conocidas por los actores delincuenciales. La seguridad de verdad, no se publicita. Identifique estas consignas para saber dónde no debería acudir ni contratar su seguridad.
El valor de la tranquilidad y la inversión responsable
Hoy en día, considerando la compleja realidad social y la tendencia al aumento en sus consecuencias criminales y de inseguridad, la tranquilidad es un estado que realmente ya no es alcanzable desde hace años con las alarmas estándar: invierta seguro asesorándose por empresas de seguridad honestas y responsables, con personal profesional y capacidad de atender las necesidades proponiendo productos de cualquier fabricante del sector. Existen multitud de opciones para autoprotegerse y poderse alejar de los productos en seguridad anunciados comercialmente.